Proyecto: USO DE LENGUAJE INCLUSIVO NO BINARIO
Proyecto Institucional
Directivos y docentes
USO DE LENGUAJE INCLUSIVO NO BINARIO
La Ley 26.743 Ley de Identidad de Género pronuncia:
ARTICULO 1º — Derecho a la identidad de género. Toda persona tiene derecho:
a) Al reconocimiento de su identidad de género;
b) Al libre desarrollo de su persona conforme a su identidad de género;
c) A ser tratada de acuerdo con su identidad de género y, en particular, a ser identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad respecto de el/los/les nombre/s de pila, imagen y sexo con los que allí es registrada.
¿Quién es dueñO de nuestro lenguaje? ¿Por qué podemos cuestionarnos todo menos la forma en la que nos expresamos? ¿Por qué si pensamos en cambios estructurales en materia de educación, no nos permitimos hacerlo desde la verbalidad?
Las instituciones escolares en todos sus niveles no hacen más que reproducir la cultura patriarcal que domestica nuestrxscuerpxs, nuestra lengua, impone estereotipos, niega nuestros sueños, mutila nuestras rebeldías e invisibiliza a todxsaquellxs que no se sienten dentro de la HETERONORMA. Como docentes en formación no podemos seguir invisibilizando derechos. Las generaciones actuales tienen mucho más en claro que es suya la decisión de qué/quién ser. Sus cuerpxs, sus sueños, sus sentidos, sus significados.
Desde el DC se habla de incluir al alumnx, de proporcionarle sentido crítico, de sostener las diversidades e integrarlas en la práctica docente. En el DC, escrito en genérico másculino, se plantea que lxs protagonistas son lxsalumnxs. Entonces ¿Cómo podemos ser lxsmaestrxs que acompañen y andamien al alumnado si no somos capaces de incluirlxs en nuestro lenguaje habitual?
La heteronormativa sexual es querer clasificar al mundo como no es. Pero como las cosas son diferentes a la norma, se acude a la refutación, descalificación, el ostracismo social, la idea del pecado y la condena de toda conducta fuera del discurso dominante. Las personas nos definimos desde el lenguaje y por medio de éste, y es, precisamente, esta condición del lenguaje, la que nos permite interactuar y afirmarnos en nuestra historia y humanidad. Por lo tanto, aquello que no se nombra o que simplemente se invisibiliza, suele también ser ignorado y desvalorizado, por lo que se hace imprescindible el uso de un lenguaje transformador y generador de equidad. No obstante, la utilización del genérico masculino promueve la transmisión de valores patriarcales, la producción del binarismo sexual y la reproducción de los estereotipos de género en el proceso de socialización. Las construcciones del lenguaje no sexista, lenguaje inclusivo o lenguaje de género surgen de disciplinas diversas que investigan los efectos del sexismo y el androcentrismo en el lenguaje. Hay que tener en consideración que el lenguaje puede ser un instrumento de cambio, de transferencia de conocimiento y cultura, pero también puede ser una de las expresiones más importantes de desigualdad, ya que manifiesta por medio de la palabra la forma de pensar de la sociedad y cómo en ésta se invisibiliza todo aquello que no esté dentro de la norma. El uso del lenguaje sexista de ninguna manera puede ser intrascendente, ya que mientras se siga utilizando no podremos conformar una sociedad igualitaria. En conclusión la utilización genérica masculina no hace más que generar construcciones mentales erróneas reforzando la universalidad del hombre como centro de la humanidad.
Lev Vigotskyplanteaba la influencia, o transformación significativa, que los grupos sociales ejercen (transmiten) sobre lxsniñxs mediante la comunicación o signos. Es decir que si no se estuviera entre otrxssujetxs no se construiría o adquiriría esa simbología cultural que lxs define. Es evidente que las herramientas semióticas más poderosas en el contacto social y la regulación interhumana de la conducta son las palabras. Son convenciones humanas construidas por la cultura para la comunicación e inter-regulación de la conducta. El lenguaje se internaliza y verbaliza el pensamiento. Es decir que la lengua conlleva siempre cargas sociales estructurales que dan una inercia difícil de modificar en poco tiempo. Pero es posible generar acciones que incidan en la sociedad y en el lenguaje a la vez. Las indeseables consecuencias de esta desigualdad lingüística se traducen en lo que el sociólogo Pierre Bourdieu define como ‘violencia simbólica’, y esto nos sirve para comprender uno de los mecanismos que perpetúan la relación de dominación masculina.
La violencia simbólica tiene que ver con que nos pensemos a nosotrxsmismxs, al mundo y nuestra relación con él, con categorías de pensamiento que, de algún modo, nos son impuestas, y que coinciden con las categorías desde las que le dominadxr define y enuncia la realidad. Se produce a través de los caminos simbólicos de la comunicación y del conocimiento, y consigue que la dominación sea naturalizada. Su poder reside precisamente en que es ‘invisible’. Revertir esto requiere algo así como una ‘subversión simbólica’, que invierta las categorías de percepción y de apreciación de modo tal que les dominadxs, en lugar de seguir empleando las categorías de les dominadorxs, propongan nuevas categorías de percepción y de apreciación para nombrar y clasificar la realidad. Es decir, proponer una nueva representación de la realidad en la cual existir.
Como la estructura de las lenguas influye en gran medida en la mente de los hombres y en muchos aspectos de la vida social, Lotman (1978) concibe a las lenguas naturales como sistemas modelizadores primarios del mundo, nos brinda un modelo de él. Para Saussure, no existe pensamiento fuera del lenguaje, ya que las ideas no preceden a las subdivisiones operadas por la lengua, que le otorganal pensamiento una forma particular según sea el sistema de valores que establezca. En este sentido las palabras no tienen en sí mismo un sentido lógico inherente que las hace ser escogida sino que emergen de convenciones y expectativas, creadas en una comunidad específica de hablantes. Dichas nociones pueden cambiar radicalmente a través del tiempo y de regiones.
Puesto que las palabras definen la realidad, es decir, la modelan y puesto que afirmamos también que la realidad tiene una gran carga en el significado que se da a las palabras podemos, por tanto, impulsar propuestas dirigidas a cambiarla mediante un uso no sexista de las palabras y conseguir así la modificación de las mismas.
Tal como dice Voloshinkvla palabra es el indicador más sensible de las transformaciones sociales. El lenguaje está impregnado de una carga valorativa que es producto de la lucha ideológica.Es una necesidad y un derecho que lxsalumnxs decidan libremente sobre su sexualidad, cuerpx, deseos. Así como también es una necesidad cuestionar a nuestras instituciones y luchar contra todas las formas de violencia existentes. Asimismo consideramos que el ISFD Nº39 es innovador en políticas de género inclusivas a través de la implementación de los sanitarios para todxs, esperamos que también sea innovador a la hora de aceptar trabajos, exámenes, etc. de sus alumnxs en lenguaje inclusivo no binario.
Esto no quiere decir que todxs empecemos a implementarel lenguaje inclusivo no binario en la brevedad, pero sí que desde los ISFD se debe plantear la necesidad emergente (y urgente) de su inclusión pedagógica en la formación docente. Como somos promotorxs de la libertad no estamos acá para censurar a nadie ni para poner nuestra voz como única. No nos silencien, no nos excluyan, no nos censuren. En estos tiempos dónde el feminismo consigue marcar agenda, es menester toma nota de los reclamos de las generaciones venideras. Quien quiera hablarles a TODXS bienvenidx sea.